MARZO 2008 – A 32 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA
POR LOS 30.000 COMPAÑEROS DESAPARECIDOS.
Plaza Canal - San Fernando
Por más de una década, esta plaza ha sido el lugar de encuentro en zona norte para afirmar el ejercicio de nuestra memoria.
Desde aquí, año tras año, hemos repudiado el Terrorismo de Estado que, fundamentalmente, la dictadura militar desplegó en cada rincón de nuestro país a partir del 24 de marzo de 1976.
Desde aquí hemos reclamado “juicio y castigo” a los culpables, a todos los culpables, incluidos sindicatos y empresas, que no sólo avalaron sino que promovieron la desaparición de sus obreros, empleados y delegados gremiales. Esas mismas empresas que manejaron y pretenden manejar la economía nacional en su propio beneficio y alientan la corrupción del sistema y el vaciamiento de nuestras riquezas.
Este es el sitio elegido para recordar a los vecinos, los compañeros, los militantes barriales, los trabajadores y la lucha popular, la construcción colectiva, la alegría de quienes creyeron que era posible alcanzar un mundo mejor para todos, lejos de los privilegios y las exclusiones.
El régimen económico instaurado por los personeros del golpe genocida a partir de 1976 y su modelo, sostenido durante la década de los 90, arrojaron a millones de argentinos a la pobreza más extrema.
Pero, recordemos hoy
- Que esta plaza dio marco a ollas populares y asambleas en la década del 70
- Que por aquí pasaban a diario cientos de trabajadores que acudían a sus fuentes de trabajo
- Que esta zona era rica en producción, aserraderos, fábricas, astilleros... y los barrios se construían alrededor de esa actividad, en San Fernando, en Tigre, así como en los demás distritos
- Que cuando la distribución de la riqueza era un reclamo profundo de la sociedad, esta plaza fue escenario de la lucha de su pueblo.
Y aquí hacemos un par de reflexiones sobre la actualidad: Sostenemos el sistema democrático; repudiamos a quienes para mantener su porción de la torta utilizan las necesidades de los mas relegados como palanca de sus mezquinas demandas y no contentos con eso agitan consignas reivindicando a los genocidas o a quienes se beneficiaron con la destrucción de un país que, siendo mucho mas justo que el de hoy, seguía luchando por la igualdad, iba por más.
Como testigo insoslayable de la historia, también fue este lugar el que nos alertó sobre la represión feroz que ejecutaba la dictadura.
Aquí, luego de una bajante del río, aparecieron algunos tambores rellenos de cemento con cuerpos de jóvenes luchadores, entre ellos Marcelo Gelman y Ana María Pérez. Esos tambores sacaron a la luz las terribles violaciones de los DDHH que la dictadura negaba.
En esta plaza hemos remarcado también, otra deuda pendiente para todos: la restitución de los niños apropiados. La lucha de las Abuelas, el derecho a la identidad. El encuentro de ésos, hoy mujeres y hombres, que desconocen su verdadero origen, su historia y el amor de su familia legítima, que no ha dejado de buscarlos durante 30 años.
Este lugar es un símbolo y también un pequeño eslabón de la historia, como lo es ASTARSA que surgió en el recuerdo como un referente de lucha por la dignidad del trabajo y por un trabajo en condiciones dignas.
Pero también son los astilleros una huella de la represión sistemática ejercida por la dictadura. Fue en la madrugada de aquel 24 de marzo de 1976, cuando las tropas militares con abierta participación de la empresa, iniciaron la ocupación de los astilleros y el secuestro de los obreros navales.
A 30 años del golpe, el 18 de septiembre de 2006, Jorge Julio López, testigo fundamental en el juicio al asesino y torturador Miguel Etchecolatz, fue secuestrado sin que hasta la fecha se haya obtenido el menor indicio acerca de su destino. Nadie sabe dónde está ni quién se llevó al compañero López pero tampoco nadie duda acerca de los móviles y de la identidad genérica de los autores materiales e ideológicos de esta desaparición en plena democracia y en el marco de la nulidad de las leyes de impunidad y la iniciación de los juicios contra los genocidas.
Este año esos juicios continuarán a pesar del accionar de quienes no dudan ni siquiera en eliminar a sus propios cómplices a fin de permanecer impunes, como ocurrió con el exprefecto Febres, asesinado en circunstancias aún no esclarecidas en dependencias de su propia fuerza muy cerca de aquí. Sin embargo la voluntad de justicia de tantos se ha traducido en sentencias históricas a figuras emblemáticas del Terrorismo de Estado como Miguel Etchecolatz y Cristian Von Wernich, nada menos que quienes fueron la mano derecha de Camps en la Policía Bonaerense y el Capellán del horror, respectivamente. Por eso, hoy más que nunca, para que la Justicia siga avanzando esa voluntad debe expresarse a viva voz. Es indispensable exigir que se unifiquen las causas por centro clandestino o circuito represivo, que los represores sean alojados en cárceles comunes, sin privilegios de ningún tipo y bajo estrictos controles y que los testigos de todos los juicios cuenten con garantías para poder aportar su testimonio sin los riesgos ni presiones propios de los años de represión.
Como observa León Rozichtner “para vencer el miedo individual la mayoría tiene sólo una única salida: la creación de un poder colectivo cuya fuerza viva venza nuestro individualismo tenebroso, que permita sentir que cada uno está contenido por los otros”.
Y volviendo a nuestra plaza, si como dice Eduardo Galeano: la MEMORIA es un puerto de partida... entonces la MEMORIA es algo vivo, es anterior a los decretos, las placas y los homenajes. La MEMORIA está más allá de las fechas puntuales. Es parte de nuestra identidad y experiencia colectiva, porque tiene que ver con el recuerdo y el respeto por la vida que fue, es y será y porque contiene todas las simientes de nuestro presente y futuro.
Por eso, este Espacio de la Memoria es un conjuro para impedir aquello que tan bien describe Rodolfo Walsh cuando dice:
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires.
Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."
Pero, como el dueño de la historia es el pueblo que la construye día a día, este espacio no es más que la concreción del sentimiento y la necesidad que ya habitaba en la memoria colectiva. Y el único sentido de este espacio es seguir siendo el territorio donde las expresiones populares de la zona se manifiesten.
Este es, entonces, nuestro espacio de la MEMORIA para rescatar y continuar el reclamo de justicia, la plena vigencia de los DDHH: el derecho a la identidad, el derecho a la verdad, la vigencia y reconocimiento de los derechos sociales, económicos y políticos, los sueños de igualdad.
Por eso, desde aquí decimos,
BASTA DE IMPUNIDAD, verdad, juicio y castigo a todos los culpables
Para eso reclamamos:
CARCEL COMUN, SIN PRIVILEGIOS Y CON CONTROL EFECTIVO
UNIFICACION DE LAS CAUSAS POR CENTRO CLANDESTINO O CIRCUITO REPRESIVO
PROTECCION A LOS TESTIGOS DE TODOS LOS JUICIOS
Plena vigencia de todos los DDHH
Aparición con vida del compañero Julio López.
¡Antes y ahora la lucha es una sola!
30.000 compañeros desaparecidos: PRESENTES.... ahora y siempre